tratamiento
La presión positiva continua en la vía aérea (CPAP, por sus siglas en inglés) puede ser el tratamiento eficaz para la mayoría de las personas con Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS). Es seguro y funciona bien para personas de todas las edades, incluso los niños.
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Después de usar CPAP regularmente, usted puede notar:
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Mejor concentración y memoria
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Sentirse más despierto y menos soñoliento durante el día
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Mejoramiento del sueño de los compañeros de cama de la persona
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Mejoramiento en la productividad laboral
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Menos ansiedad y depresión, y mejor estado anímico
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Patrones de sueño normales
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Presión arterial más baja (en personas con hipertensión arterial)
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¿Cómo funciona el CPAP?
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Usted se coloca una máscara sobre la nariz o la nariz y la boca mientras duerme.
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La máscara está conectada por medio de una manguera a una pequeña máquina que permanece al lado de su cama.
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La máquina bombea aire bajo presión a través de la manguera y la máscara hacia las vías respiratorias mientras usted duerme. Esto ayuda a mantener abierta la vía respiratoria.
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Los tres tratamientos más comunes son:
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Presión positiva y continua en la vía aérea (CPAP). CPAP es la opción más común y constituye el tratamiento "de referencia".
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Presión positiva automática en la vía aérea (APAP). Este tratamiento de la apnea del sueño varía automáticamente la presión de aire durante la noche para responder a los cambios en las necesidades de presión, lo que puede resultar más cómodo.
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Tratamiento binivel. Esta opción suele utilizarse cuando se necesita una presión más elevada para lograr un tratamiento de la apnea del sueño eficaz.
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Otra opción es:
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Cirugía. Es posible recurrir a procedimientos quirúrgicos para tratar la apnea del sueño. No obstante, como en todas las cirugías, esto implica algunos riesgos.
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